Es tentador posponer el cuidado personal para el Año Nuevo. Explore estas tres prácticas que le ayudarán a desarrollar la resiliencia durante esta época tan ocupada del año.
¿Cuándo se convirtió el 1 de diciembre en una meta? Envuelva sus regalos, prepare la casa y organice las fiestas. Esta rápida práctica de atención plena…emocionanterespirar y sentarse: le ayuda a cambiar su estado a uno menos estresado y más tranquilo, especialmente en las próximas semanas, ya que las cosas pueden volverse un poco ridículas. ¿Qué puedes hacer con esta época del año, con nuestro condicionamiento cultural, que nos tiene corriendo por todos lados?
Podemos realizar prácticas diarias breves que nos ayuden a manejar el agobio y a sentirnos más claros y despiertos, pero también relajados y a gusto.
Podemos realizar breves prácticas diarias que nos ayuden a gestionar el agobio y a sentirnos más claros y despiertos, pero también relajados y a gusto. Ser consciente de no significa estar tan relajado todo el tiempo que nada te inquiete. Esta sensación de “ser consciente” se trata de estar claro y alerta en la vida y también tranquilo y relajado, de modo que cuando nos encontramos con alguien en la calle en el ajetreo y bullicio En diciembre, haces una pausa para mirarlos a los ojos y preguntarles: “¿Cómo estás? ¿Cómo está tu mamá?
Desarrolle resiliencia durante las fiestas con esta secuencia de movimiento consciente
1. Montaña dinámica
Párese con los pies separados a la altura de las caderas y los brazos colgando sueltos a los lados, con las palmas hacia adelante. Mientras inhala, extienda los brazos hacia adelante y hacia el techo. Exhala y abre las palmas de las manos mientras extiendes las manos y las bajas. Repita durante 3-5 respiraciones..
2. Balanceos laterales
Ahora, inhale y extienda los brazos hacia adelante y hacia el techo y exhale hacia el lado derecho, inclinándolos suavemente para que se escuche el brazo izquierdo. Al inhalar, regrese al centro, con ambos brazos sobre la cabeza. Exhale, balancee hacia la izquierda, permitiendo que su brazo izquierdo baje a su costado con su brazo derecho por encima. Repita durante 3-5 respiraciones.
3. Curvas laterales
Doble las rodillas y coloque las manos sobre las rodillas como un jugador de béisbol. Al inhalar, alcance el techo, levante los brazos y vuelva a la posición de pie. Repetir 3-5 veces.
4. Girar
Inhale, estire nuevamente hacia el techo y gire desde las costillas hacia la derecha, manteniendo las caderas lo más cuadradas posible hacia el frente. Mientras giras, exhala, extiende los brazos y déjalos caer hacia los lados. Cuando regrese al centro, levante los brazos y gírelos hacia la izquierda. Inhala y haz un “molino de viento” de regreso al lado derecho. Repetir 3-5 veces.
5. Meditación sentada
Siéntate, ya sea en el suelo frente a ti o en una silla si te resulta más cómodo. Coloque los pies en el suelo y las manos en las rodillas y observe su cuerpo por un momento. Note cualquier hormigueo u otras sensaciones que surjan. Ahora, dirige tu atención a tu respiración. Inhala contando hasta cuatro y exhala contando hasta cuatro. Haga esto contando durante uno o dos minutos. Descansa tu atención en el ritmo de la respiración, en la experiencia de respirar.