En este extracto de su próximo libro, Sé que debería hacer ejercicio, pero… 44 razones por las que no nos movemos y cómo superarlas, la psicóloga Dra. Diana Hill y la experta en movimiento Katy Bowman exploran una de las razones por las que el ejercicio nos resulta tan difícil. —y qué podemos hacer para saborear el movimiento en cada momento.
El ejercicio me parece monótono y aburrido, y es lo último que quiero hacer con mi tiempo libre.
¿Te suena familiar? Créanos, no está solo si se siente así. Es difícil generar motivación cuando crees que algo es aburrido. ¡Nadie quiere dedicar su tiempo libre a tareas monótonas y tediosas! Entonces, ¿cómo podemos hacer movimiento menos tedioso y más divertido: ¿algo que esperas con ansias?
saboreando es una herramienta psicológica que puede ayudar a cambiar nuestra perspectiva. Analicemos esto para transformar «El ejercicio es aburrido» en «¡Estoy motivado para hacer esto!»
Cómo saborear el ejercicio
Puedes hacer que el movimiento sea menos aburrido si tomas conciencia de la experiencia completa de mover tu cuerpo… y saborearlo. Saborear es el acto de prestar atención, apreciar y potenciar intencionalmente los aspectos positivos de una experiencia. Cuando saboreas tu experiencia, aumentan tus emociones positivas, ayudas a reducir el estrés y puedes convertir incluso las experiencias más mundanas en placenteras.
La clave aquí es estar completamente presente en los aspectos placenteros de lo que estás haciendo, enfocando tu atención de manera flexible en las cosas buenas. Esto no significa ignorar el malestar; se trata más de un cambio de atención, que implica tomar perspectiva y estar presente. Puedes elegir dónde pones tu atención.
Pruebe esto ahora mismo:
- Deja que tu barbilla caiga hacia tu pecholuego lleve suavemente la oreja derecha hacia el hombro derecho y luego, lentamente, lleve la oreja izquierda hacia el hombro izquierdo.
- Aviso: ¿Dónde está restringido el movimiento? ¿Dónde es fácil?
- Deténgase en los lugares a los que les vendría bien un poco más de amor. Respire dentro y alrededor de las áreas tensas y relaje los hombros. Cierra los ojos y disfruta de la oportunidad de descansar tu mente mientras rueda.
- Ten gratitud por este momento de estar con tu cuerpo. Incluso las cosas más monótonas pueden volverse interesantes cuando estás presente y las saboreas.
Hay cinco maneras de saborear una experiencia, según Erika Miyakawa, una psicóloga japonesa que investiga el sabor: acción de gracias, disfrutar, maravillarse, deleitarse y conocer. Todos implican ser completamente presente con tu experiencia. Exploremos cómo puede aplicar cada uno de estos a su movimiento o ejercicio.
5 maneras de saborear
Elija una actividad física que normalmente le resulte tediosa o repetitiva (para mí, Diana, esto es caminar en círculos por el aeropuerto mientras espero para abordar, o esperar durante la práctica de béisbol de mi hijo mientras él hace ejercicios). Ahora intenta aplicarle cada uno de estos tipos de saboreo. Observa cómo cambia tu experiencia.
- Acción de gracias: Aprecia la oportunidad de mover tu cuerpo. Sienta gratitud por esta oportunidad de moverse. Aprecia el lugar, las personas y las actividades en las que puedes participar moviendo tu cuerpo.
- tomando el sol: Sienta sentimientos de orgullo por fortalecer su cuerpo con el movimiento. Siente el logro de vivir tus valores, terminar un entrenamiento desafiante o alcanzar objetivos de movimiento.
- Maravillado: Déjate sentir asombrado por el movimiento. Sorpréndete con la belleza de la naturaleza, las vistas sorprendentes y las capacidades de tu cuerpo humano.
- deleitándose: Disfrute de los placeres físicos y sensoriales del movimiento. Disfruta de la buena sensación de estirar los músculos, la liberación de tensión y estrés, el flujo de tu cuerpo o la creatividad del movimiento.
- Conocimiento: Saboree la sabiduría que se obtiene al mover su cuerpo: el conocimiento que obtiene al interactuar con lugares nuevos, caras, experiencias y desafíos nuevos, o el conocimiento que obtiene al aprender sobre usted mismo y sus capacidades.
La próxima vez que el ejercicio le resulte un fastidio, querido lector, pruebe esta habilidad para saborear y centra tu atención sobre los aspectos positivos del movimiento. El factor más importante es estar plenamente presente: centrar la atención en el aquí y el ahora y en lo bueno que puede resultar de mover el cuerpo.
Este extracto es del próximo libro de Diana Hill y Katy Bowman. Sé que debería hacer ejercicio, pero…: 44 razones por las que no nos movemos y cómo superarlas (Uphill Books, marzo de 2025) y se reimprime con permiso del editor.